Con frecuencia los jefes, a la hora de premiar, dar recompensas, reconocer una buena labor o éxito de la organización, destacan a profesionales que tuvieron poco o nada que ver en el éxito, y por otro lado, invisibilizan a otros que merecían este reconocimiento. La consecuencia, probable, es la frustración, la incomprensión y la desmotivación profesional de los invisibilizados, además de perder oportunidades de oro para generar mérito colectivo.
LIDERAGORA.net | El blog de Daniel Sánchez Reina
No siempre es fácil saber a quién premiar, recompensar o reconocer por una buena labor. Metemos la pata frecuentemente, invisibilizando a quien también lo merecía -y por tanto generando una persona desmotivada más- o destacando a quien tuvo poco o nada que ver en el éxito -y por tanto generando un aprovechado más e incomprensión en el resto.
Imaginemos las siguientes situaciones del entorno familiar:
- Padres no interesados en la educación de su hijo (es decir, no le transmiten los valores de la educación ni del esfuerzo) + Hijo interesado por su educación. ¿Hay éxito en esta situación? Sí, porque el hijo se preocupa por su futuro. ¿Hay mérito? Sí, pero solo del hijo.
- Padres interesados por la educación de su hijo + Hijo interesado por su educación. ¿Hay éxito? Sí. ¿Hay mérito? Sí, tanto de los padres como del hijo.
- Padres interesados + Hijo no. ¿Hay éxito? No. ¿Hay…
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